Estoy convencida de que olvidamos como comunicarnos a medida que crecemos, somos más sabios cuando estamos en la infancia, nos hacemos entender con miradas, gestos y balbuceos, cuando aprendemos a hablar somos más sinceros, decimos lo que nos pasa o lo que necesitamos, pero a medida que vamos creciendo muchos nos volvemos más tímidos, nos vamos enmudeciendo y controlando nuestros gestos para que seamos más agradables socialmente, pero reprimimos nuestro poder de interactuar.
De esto me di cuenta el año 2007 mientras cursaba un diplomado. Un día tuve que presentar un trabajo con mis compañeros de equipo y me puse tan nerviosa que pinche otro botón del control remoto que tenía, para avanzar con mi presentación y además bote el telón donde se proyectaban las diapositivas, a raíz de mi bochornoso desempeño tuve la crítica de una de mis compañeras de grupo que me dijo “se nota que te pones nerviosa, no te ves confiada, nos preguntaron mucho por tu inseguridad al presentar”, evidentemente esto fue el punto de quiebre para mi mal manejo frente al público.
Gracias a esto me propuse hacer algo para vencer esta barrera, un amigo trabajaba en un instituto de capacitación de secretarias bilingüe con mención en computación, así que empecé a enseñar Excel en esa institución durante el segundo semestre. Ahí daba tres clases durante semana, lo que me ayudó a tener más seguridad, por consecuencia mejoré mi forma de exponer gradualmente, superando mi bloqueo y pánico al hablar en público. Hacer clases me dio la seguridad y la práctica previa al presentar, me ayudó a resolver mi manera de hablar en público y a crear la manera de iniciar una charla o discurso, entre ellas, contar una anécdota o historia que aporte a la importancia del proyecto o tema que voy a exponer.
Para el segundo semestre de mi diplomado cambié de equipo de trabajo y mi manera de exponer mis trabajos mejoraron, la misma compañera que me criticaba expresó que igual me faltaba mejorar, mientras que otro compañero me dijo una frase que nunca olvidaré: “presentas de una manera entretenida, coherente y esa forma de hablar es parte de tu autenticidad, tienes carisma.”
Así empieza mi camino para mejorar mis capacidades de comunicación y desenvolverme de mejor manera tanto en lo personal como en lo profesional, esto me llevó a entrenar a otros en sus presentaciones y a mejorarme a mí misma en los temas que tenga que exponer, porque al enseñar no sólo traspasas conocimiento, te vas retroalimentando y mejorando, pues estas comunicando.
En esto tiempo capacito a estudiantes universitarios para que mejoren su expresividad y se puedan dar a entender de manera asertiva con sus equipos, superarse como profesionales y también en su ámbito personal, ya que fomenta la seguridad en sí mismos. La comunicación es una herramienta que si la desarrollamos nos hace una persona más eficaz, con mayor autoestima y seguridad, nos ayuda a respetarnos a nosotros mismos y lo reflejamos con las personas a nuestro alrededor. Si mejoras tu locución, expresión y vocabulario puedes tener por seguro éxito en diferentes aspectos de la vida.
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