Durante mi paseo en barco por el río Sena en París, viví un momento mágico debajo de un puente. Los niños a bordo comenzaron a gritar emocionados, contagiando a todos con su alegría. Fue fascinante y despertó mi curiosidad por los beneficios de gritar.
Resulta que gritar puede ser más que una simple manera de expresar emociones intensas; también puede ser una forma de liberar endorfinas y relajarse, mejorando los músculos de la garganta y liberando energía acumulada.
Si decides probarlo, recuerda siempre tener en cuenta las condiciones y el espacio adecuado. Practicar el grito de manera consciente, en un lugar seguro y apropiado, cuidando tus cuerdas vocales.
Te invito a dejarte llevar y gritar este fin de semana. Experimenta la liberación y la alegría que trae consigo el acto de soltar un grito.
Descubre cómo te ayuda a relajarte, liberar tensiones y conectarte contigo mismo.
Anímate a explorar esta forma de expresión y disfruta del poder de tu propia voz.
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