Cada vez que finalizo talleres de comunicación en acción, me gusta recordar que siempre alguien nos ve, alguien nos observa. A veces podemos pensar que nuestras acciones en nuestra vida profesional pasan desapercibidas, pero eso nunca es así.
Es como si viviéramos bajo una lupa, y la forma en que nos mostramos al mundo es importante, ya que puede afectar nuestra imagen y reputación. En ocasiones, sentimos la presión de mantenernos consistentes y mostrar lo mejor de nosotros mismos en todo momento, incluso en situaciones informales.
Es importante recordar que no podemos controlar completamente cómo los demás nos perciben o interpretan nuestras acciones.
Hay personas que te observan, te leen, te escuchan desde hace tiempo:
- Tu cliente ideal, te sigue y aunque no reaccione a tus publicaciones, un día te buscará y conectarán.
- El trabajo que anhelas también te está buscando, aunque aún no te haya visto. Cuando te recomienden o se crucen contigo, ocurrirá la magia en la entrevista.
- La beca de tus sueños aún no se ha materializado, pero quizás desde donde menos esperas, te conocerán, te observarán y cuando presentes tu solicitud allí, la beca será tuya.
Recuerda, sigue siendo tú y mantén ese equilibrio entre ser consciente de tus acciones y ser fiel a quién eres, sin preocuparte en exceso de que tu imagen afecte tu autenticidad y bienestar personal.
No olvides que lo más importante es ser auténtico y cuidar de ti mismo.
En este escenario de la vida, siempre estamos bajo los reflectores, incluso cuando pensamos que nadie nos está mirando.
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