En junio, mientras esperaba el vuelo de regreso a casa en el aeropuerto de Oporto, Portugal, descubrí algo maravilloso: un hermoso árbol lleno de mensajes. Estos mensajes estaban escritos en el reverso de boletas u otros papeles.
Entre los mensajes, muchos expresaban agradecimiento por el viaje y llevaban los nombres de quienes habían estado ahí. También había palabras y frases llenas de motivación y deseos de regresar a la ciudad.
Cada nota colgada en las ramas del árbol irradiaba gratitud y positividad, dejando una huella en el corazón de aquellos que las leían.
Esta experiencia me llevó a reflexionar sobre la importancia de expresar nuestro agradecimiento y aliento a las personas cercanas y queridas en nuestras vidas.
Puede ser una simple palabra de agradecimiento por su apoyo incondicional, un mensaje que los motive a seguir persiguiendo sus sueños o simplemente una muestra de cariño y aprecio.
Cada palabra cuenta y puede marcar una diferencia significativa en el día de alguien más.
Por eso, me gustaría aprovechar este momento para invitarlos a un pequeño ejercicio:
¿Qué tal si este fin de semana dejamos un mensaje de gratitud o inspirador a alguien cercano?
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